- Corta la seta de cardo en láminas de un centímetro. Con un cuchillo haz cortes superficiales longitudinales y luego gira la seta y haz los mismos cortes formando una red de rombos.
- Calienta una sartén a fuego fuerte con un poco de aceite y coloca las setas. Cuando se queden tostadas y doradas, retíralas y añade un poco de sal.
- En la misma sartén tuesta una rebanada de pan.
- Haz dos huevos de codorniz en la misma sartén con un poco más de aceite. El truco: cortar con un cuchillo de sierra la cáscara y no tocar los huevos hasta que los saques de la sartén.
- Monta la tostada untando pesto en la base, colocando dos láminas de seta de cardo, los huevos encima, un poco de aceite y sal por encima de los huevos y termina, si quieres darte el lujo, con un poco de trufa rallada.
Esto es una tostada y lo demás tonterías: pan bueno tostado en aceite de oliva virgen extra, pesto, huevos de codorniz y totalmente opcional y de tener mucho morro un poco de trufa fresca. Hay veces que una se tiene que poner fina y chica, pues pasan estas cosas. Con lo que quiero que te quedes es con la técnica de cortar las setas, para hacerlas a la plancha -pueden glasearse con alguna salsa y el resultado es espectacular- y con la siguiente reflexión: el tostado de sartén es mejor que el de tostadora. Suena El Chinitas de Soleá Morente. Mira aquí el vídeo de la receta.