- Pristine es una canción de buen humor para ir por casa. Comienza por picar el chocolate. En un cazo calienta la leche (no te descuides que cuando hierva se va a salir todo burbujeando), añade el azúcar, el cacao y el chocolate. Con unas varillas bate bien hasta que el chocolate se funda. Añade el cardamomo abierto y un poquito muy poquito de cayena, pimienta y sal.
- Removiendo poco a poco (si le das con ganas a las varillas se hará un poco de espumita maravillosa) deja que cueza el chocolate A fuego lento durante unos 15 minutos, para que espese un poco.
- *Truqui del almendruqui: si quieres el chocolate más espeso, de comer con cuchara, diluye en un vaso media cucharada de maicena con 4 de agua fría, añade esto al chocolate sin parar de remover y espera a que espese.
Luego ya solo queda elegir tazas bonitas, servir el chocolate, si estás con ganas hasta unas velas puedes encender y poner una película moñas. Anytime es un buen momento para hacerlo. Así que poco más, disfruta mucho de este regalo c:
Receta para agarrar manta y agenciarse la mejor esquina del sofá. Para cuando llegan estos días en los que a las seis de la tarde ya estamos modo pijama, taza caliente en mano y Lush de Snail Mail en repeat, una taza de chocolate caliente (o dos) parece sin duda el mejor plan posible. La receta es para estándares no muy nacionales, poco dulce y más tirando a líquido. Pero bueno, a mí me parece delicioso, suave y cremoso, hasta divertido, chica. De todas formas, os cuento también cómo convertirlo en un chocolate clásico para los puristas de anclar cuchara.