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- Lo primero que hay que hacer es poner la carne en salmuera. Lo que vamos a conseguir es que la carne adquiera una textura más fácil de morder, un poco más tersa y compacta. Rellena un tuper de agua y disuelve las dos cucharadas de sal. Mete dentro al carne y ciérralo. Guárdalo en la nevera 2-3 horas.
- Una vez pasado ese tiempo, saca la carne de la salmuera y sécala bien. Córtala en trozos de uno 7-8 milímetros, como en dados. En un cuenco aliña la carne con aceite de oliva virgen extra, pimienta negra recién molida y las alcaparras.
- Sirve la carne en un plato y coloca una yema de huevo en el centro. Termina con más pimienta y unas rodajas de rabanito muy finas por encima.
- Para comerlo, rompe la yema, mezcla todo y cómetelo con pan untado con mantequilla. Una maravilla.
