- Muele el café en un molinillo. Si no dispones de uno, puedes usar café ya molido. Pesa la cantidad correcta y añádela a una jarra de más de 1 litro.
- Incorpora el agua fría, remueve bien y cierra el recipiente, bien con una tapa, bien tapando con papel film.
- Guarda en la nevera durante 24-48h. Un día y medio es un tiempo perfecto.
- Filtra el café para quedarte con un líquido limpio y guárdalo en un recipiente hermético en la nevera.
- Puedes servirlo con un par de hielos.
