- Coloca las patatas en un cuenco. Cubre con papel film y mételas en el microondas durante 7 minutos a máxima potencia.
- Mientras tanto cuece la coliflor en agua hirviendo durante 15 minutos.
- Pica la cebolla en juliana (tiras finas) y póchala a fuego medio con un poco de sal y aceite hasta que reduzca su tamaño y coja color. Tiene que quedar bastante hecha, así que tardarás aproximadamente unos 15 minutos.
- Con cuidado quita el film del bol (el vapor quema mucho) y retira la piel de las patatas. Chafa con un tenedor muy bien y añade el huevo, la harina y un poco de sal. Amasa primero con una cuchara y sigue sobre una superficie limpia hasta obtener una bola uniforme. Divide la bola en cuatro, forma unos churritos trabajando sobre un poco de harina y corta trozos de 1 dedo de grosor. Forma bolas y reserva separadas entre ellas o con suficiente harina para que no se peguen.
- Tritura la coliflor con la leche, sal, pimienta y un poco de parmesano. Prueba la salsa y añade más sal o leche si lo ves necesario.
- En una olla con agua hirviendo echa una cucharada de sal. Añade los gnocci. Con cuidado para una espátula por el fondo para asegurarte de que no se pegan. Los gnocci están listos cuando floten a la superficie. Retíralos y añádelos a un recipiente.
- Mezcla los gnocci con salsa, la cebolla pochada y sirve con un poquito de pesto, unos pistachos, un chorro de aceite de oliva virgen extra y un poco más de parmesano rallado.
