- Pica la cebolla y las setas variadas.
- Empieza sofriendo la cebolla en una olla, con un poco de sal y aceite. Cuando esté bien pochada añade las setas, un poco más de sal y deja que suelten todo el agua y se sofrían.
- Añade el vino blanco y deja reducir. Para saber que el alcohol ha desaparecido simplemente hay que oler.
- Cubre las setas con la leche o bebida vegetal y añade un poco de sal y pimienta.
- Tritura bien y pasa la crema por un chino si es necesario. Sirve la crema caliente con un poco de aceite de oliva virgen extra y unas setas salteadas por encima.
La temporada de los calcetines gordos y las cremas calientes coinciden en espacio tiempo, se suplementan y conforman una identidad invernal que todos comprendemos. Esta crema de setas se come con los calcetines puestos, The Loser – Derrick Harriott sonando y una chimenea encendida -o la pantalla del ordenador con la hoguera de Netflix-.