- Deja las lentejas por la noche a remojo. Esto reduce el tiempo de cocción, las hace más digeribles y hace que no se rompa la piel durante el cocinado.
- Empieza picando la cebolla y la zanahoria en dados pequeñitos. En una olla grande con aceite sofríe a fuego medio.
- Pica el ajo y corta las setas con la mano en tiras. Cuando el sofrito ya esté ya translúcido, añade los ajos, rehoga, y a continuación las setas.
- Escurre las lentejas y colócalas en la olla. Cubre de agua, solo hasta que las lentejas estén cubiertas, no te pases. Añade un poquito de pimentón y comino, media cucharadita de sal y remueve bien. Prueba el agua y asegúrate de que no está sosa.
- Coloca la tapa y deja cocinando 1h y 30 minutos. Prueba el guiso y añade un poco más de sal si lo ves necesario.
- Trasvasa el guiso a uno o varios recipientes y deja enfriar media hora antes de meterlos al frigo o al congelador.
- Deja reposar en la nevera al menos 24h para comerlas, estarán perfectas. Para servirlas yo opto por un buen chorro de salsa valentina, que tiene bastante acidez y no es muy picante, y algunos encurtidos.
Lentejas. Las de siempre, con muchas verduras y con picantito y pimientos encurtidos por encima. Yo las hago así y me gustan más que con carne, porque quedan un poco dulces, muy cremosas y comerlas es sentirse en casa ❤️. Las setas me parecen clave, ya que su textura se asemeja un poco a la de la carne y queda genial combinada con el resto de ingredientes blanditos.
Dos truquis: haced ración generosa y congelad varios tupers en la nevera para tener para otra semana y dejad reposar una noche en la nevera para que se espese y se asienten los sabores. Aquí puedes ver el vídeo de las lentejas.