- Mientras suena Lost Ones, pica pequeña la cebolla y los pimientos. Calienta en una sartén a fuego medio 2cuch de aceite y añade la cebolla y los pimientos cortados y una pizca de sal, fríelos hasta que se queden muy blanditos.
- Entonces añade el tomate, sal, un poquito muy poquito de canela, pimentón y cayena. Deja chup chup unos 15 mins removiendo de vez en cuando para que no se pegue por abajo. Prueba la salsa, tiene que estar ya perfecta de sal y de textura muy densa, si no, añade un poco más. Termina poniendo pimienta molida y haciendo tres huecos en la salsa, cascando los huevos ahí. Pon una tapa y cocínalos por 5 minutos.
- Mientras tanto, en otra sartén, calienta 3 cucharadas de aceite, añade el sarraceno, media cucharadita de sal, una de comino en grano y tuesta todo hasta que el sarraceno esté muy dorado. Para entonces ya estará sonando To Zion, una preciosa locura con Carlos Santana que casi se os olvidará que teníais comida en el fuego. Pronto volveréis, va a oler tan bien vuestra cocina que no podréis hacer otra cosa.
- Cuando pasen los 5 minutos que les hemos concedido a los huevos, echa el aceite con el sarraceno por encima y sírvelo al momento. Con mucho pan y lo que queda del álbum.
Es martes, o miércoles. Da igual realmente qué día sea. Si tienes tiempo o no. Si comes sola o con gente. Da igual que tengas ganas de cocinar o estés tirada en el sofá con el pijama y sean las dos de la tarde. Qué más da todo eso cuando tienes huevos en casa. Pues ya está, chica. Que otra cosa no, pero cascar huevos sabemos todas. Así que cascando huevos y escuchando The Miseducation of Lauryn Hill podéis empezar a leer la receta. Ahí van cantidades y pasos para 2-3 personas.